El Porqué del fomento y conservación de áreas verdes y zonas boscosas en la ciudad de Lima Metropolitana”
La gran pregunta de siempre ¿Por qué?, se refiere a ¿Por qué es importante?, de manera que generalizando la pregunta en el tema central es ¿Por qué es importante el fomento y la conservación de áreas verdes y zonas boscosas en Lima metropolitana? Un tema que sin duda alguna es una problemática que está ligada directamente a la idiosincrasia de nuestra sociedad, y que abarca múltiples aspectos y fenómenos a analizar.
Si entendiéramos el significado de FOMENTAR y CONSERVAR de hecho Lima sería distinta, más bella, con menos índices de contaminación, más limpia, con mejor calidad de vida e inclusive con otra mentalidad.
Esta realidad solo es parte del problema, existen muchos otros problemas quizá de mayor importancia por solucionar para nuestras autoridades…. pero sinceramente se podría dar un mejor rostro verde a La gran Lima Metropolitana siguiendo una política de fomento y conservación de áreas verdes y zonas boscosas como medio por el cual se pueda reducir la gran contaminación de Lima, de tomar conciencia de la relevancia de las plantas en una ciudad Congestionada en innumerables problemas de diferente índole entre ellas los referidos al medio ambiente, de manera que se pueda preservar y respetar los diferentes ecosistemas urbanos y su biodiversidad generando una relación armónica con la naturaleza que nos invite a la tranquilidad al disfrute de la vida, porque no a cambiar nuestra forma de pensar para nuestra propia toma de decisiones, y porque no a soñar con la paz.
DEFINICION
Se entiende por Áreas verdes a toda superficie de dominio público y privado relacionado con el área urbana y que está destinada a ser ocupada por diferentes formas vegetales que se constituyen como áreas recreacionales, de reserva ambiental y ecológica en los diferentes distritos y para la generación de las influencias benéficas al habitante urbano. Las áreas verdes están protegidas por el artículo 73 de nuestra Constitución Política al ser consideradas inalienables e imprescriptibles.
Zona boscosa es una zona donde se encuentra habitado por una cantidad de árboles (mayoritarios, y no necesariamente tienen una gran altitud) como también por diferentes especies de plantas de menor tamaño. Son considerados los pulmones de nuestra ciudad, aportan el oxigeno puro que se necesita, mitigando dióxido de carbono, brindan tranquilidad, descanso mental y visual, y nos invitan a soñar con la paz.
PROBLEMÁTICA
Una Lima cada vez más contaminada por el parque automotor principalmente, también las industrias y la falta de costumbre ambiental en cuanto al reciclaje y el vertimiento de basuras clandestinas tanto a la propia ciudad como a los ríos, en una Lima con un gran sector inmerso en la pobreza y miseria, que en medio de esta desoladora coyuntura social no existe un área verde que pueda al menos apaciguar la falta de nutrición que se refleja en sus rostros, una Lima cada vez mas depredada por el gran monstro habitacional, que tiene que ver con el crecimiento acelerado y desproporcionado del cemento (construcciones de viviendas y edificios residenciales) donde se ha dejado de lado la importancia del fomento de áreas verdes, una Lima con solo algunas zonas boscosas “Parques” como el Ramón castilla de lince con 908 árboles son unos de los pocos pulmones urbanos en esta parte de Lima, el resto de áreas verdes y zonas boscosas responsablemente cuidadas se encuentran en distritos como San Isidro, La Molina, Miraflores, Surco, Pueblo Libre, san Borja, a comparación de distritos más alejados y pareciera olvidados de Lima como ventanilla, villa el salvador puente piedra el agustino por citar algunos. Una Lima con una carente y preocupante gestión ambiental en fomentar las áreas verdes especialmente en los distritos más olvidados de menores recursos económicos, una Lima con un crecimiento urbano de 2,6% anual (hasta el año 2002) aprox, (DENSIFICACION URBANA), la capital peruana alberga alrededor de un tercio del total de la población nacional. Sus 8.4 millones de habitantes, son producto principalmente de la migración rural y urbana de las últimas décadas, especialmente desde los años 50 del siglo XX.
La capital peruana se encuentra entre las 28 ciudades más pobladas del mundo. Una Lima con pérdidas importantes de suelo agrícola y la constante presión sobre los agroecosistemas y ecosistemas naturales, son conflictos relevantes para la gestión ambiental urbana, dada su interrelación con otros factores ambientales, También existe una alta contaminación del agua por el depósito de residuos sólidos y aguas servidas en los ríos lo cual afecta a la población con diversas enfermedades. Lima, al ser la segunda ciudad más desértica del mundo, según el CONAM, necesita de oportunidades verdes que la ayuden a sobrevivir. En este sentido, el tema del agua es muy importante, pues nuestro volumen de agua es muy reducido y nuestros principales proveedores son los ríos. Si dos de ellos están a punto de colapsar, el de Lurín sería la principal fuente de reserva acuífera que conservaríamos.
Esto es parte de los principales problemas que afectan a nuestra ciudad, y para esto necesitamos realmente de una política más seria de promover y conservar nuestras áreas verdes y zonas boscosas en toda Lima, que ayuden a oxigenar y aliviar nuestro entorno urbano cada vez más contaminado, mas estresado, mas tóxico, con menos capacidad para tomar decisiones correctas.. Bueno sin lugar a duda los beneficios son muchos que muchos no lo saben ..Porqué.
Él Porque
La falta de conciencia ambiental es tal vez el principal problema de fondo de nuestras autoridades y la mayor parte de la población en Lima Metropolitana. El fomento y la conservación de areas verdes y zonas boscosas se ha convertido en una arma fundamental para nuestros tiempos de inmersos cambios climaticos, que repercute en muchas areas donde nos desenvolvemos, evidentemente la respuesta al presente tema esta mas focalizado con concientizar de forma reflexiva a todo ciudadano limeño en general (con mayor importancia aun en zonas de escasos recursos), y a las autoridades municipales y de gobierno la importancia de las plantas en su distrito, asentamiento humano, urbe, etc; que tengan el concepto claro de que a mayor verde en su entorno se puede tomar las cosas desde otro punto de vista, que respetando y apreciando los ecosistemas y la biodiversidad se prolonga la vida, nos armoniza con la naturaleza y hace que despierte el sentido de que es posible una mejor sociedad.
Kaplan & Kaplan (1989) han formulado una teoría sobre la interacción entre la atención del hombre y el entorno circundante. Esto significa que la vida urbana, con vehículos rápidos, señales de neón destellantes y colores fuertes, ocasiona un estrés constante. La investigación indica que la vegetación y la naturaleza refuerzan nuestra atención espontánea, permiten que nuestro sistema sensorial se relaje y nos infunden nuevas energías. Las visitas a las áreas verdes nos relajan y aguzan nuestra concentración porque sólo necesitamos utilizar nuestra atención espontánea. Al propio tiempo, conseguimos aire fresco y luz solar que son importantes para nuestros ritmos diurnos y anuales. Además, Ulrich (1984) demostró que los pacientes hospitalizados se recuperaban más deprisa cuando tenían una perspectiva a través de la ventana que les permitía ver árboles.
Existe ya un pacto para una Lima verde que corresponde a la agenda ambiental para la Lima del sigloXXI, este pronunciamiento del miércoles 24 de Enero del año 2007, tiene entre sus fines:
“Promover una Lima sana y verde, reconociendo los servicios ambientales de sus tres cuencas para dotar de aire y agua limpia y segura a sus ciudadanos e impulsando la protección, conservación y ampliación de las áreas verdes de la ciudad, a través de un sistema metropolitano de áreas verdes que integrará los valles agrícolas, las lomas, los humedales, los parques y jardines, ofreciendo numerosas oportunidades de esparcimiento y desarrollo económico para los ciudadanos y las comunidades alto andinas.”
En el foro del tema “Deterioro de la diversidad biológica y su influencia sobre los peruanos”, el reconocido ecologista Antonio Brack nos dice ciertamente:
“Las plantas prestan grandes servicios en purificar el aire y las aguas. Por medio de la fotosíntesis las plantas producen oxígeno y eliminan el CO2 del aire, fijando el carbono en su biomasa en forma de celulosa y lignina. El aire al pasar por el follaje deposita el polvo y otras partículas en las hojas, y de esta manera se limpia. Este servicio es de gran importancia en las ciudades, donde el aire se contamina por los gases y partículas de los vehículos automotores y por la industria.
Según la organización Mundial de la Salud, debe existir 8m2 cuadrados de áreas verdes por cada habitante, Lima tiene 1,8m2 por habitante. Y sólo el 8 por ciento de la población distribuida en los distritos de San Isidro, San Borja, La Molina y Surco son privilegiados con el mínimo aceptado. Es indudablemente un dato a tomar en cuenta, si queremos mitigar dióxido y cambiar el rostro de Lima. La conservación de estas pocos pulmones de la ciudad tiene que ser eficiente y se debe promover mas intensamente la reforestación de mas áreas verdes y zonas boscosas en todas sus formas, para atraer la biodiversidad y crear ecosistemas que nos anime a superar nuestra calidad de vida y disfrutar de estar en armonía con la naturaleza.
Los gobiernos locales son los entes encargados de proteger, conservar e incrementar las áreas verdes, sin embargo, en nuestro país esto no es considerado tarea primordial.Las áreas vedes y zonas boscosas contribuyen en la asimilación de los contaminantes atmosféricos, facilitan la infiltración de lluvias, atenúan las corrientes de aire, regulan el régimen térmico, brindan abrigo ante diferentes inclemencias, amortiguan los efectos del ruido, mejoran el paisaje, suavizan el impacto visual de las edificaciones masivas. En pocas palabras influyen en la mejora de la calidad de vida de la población.
Es sorprendente comprobar cómo la biodiversidad de las áreas verdes de Lima han ido cambiando radicalmente, no sólo por el crecimiento desmedido de las áreas urbanas sino por la constante contaminación; según González, entre 1860 y 1880, un biólogo inglés reportó a la Real Sociedad de Londres, la presencia del pájaro carpintero. Hoy desaparecido porque los árboles en los que habitaba ya no existen; o el gracioso Fringilo apizarrado que antes inundaba los parques limeños está extinto en la ciudad.
Como una parte creciente de la población vive en zonas urbanas y recibe en ellas su percepción diaria de la naturaleza, es importante la naturaleza de las zonas urbanas para la concienciación ambiental y para su conocimiento.
Los espacios verdes tienen un papel predominante en el diseño de la composición urbanística de las ciudades y garantizan el desarrollo sostenible de las urbes, pues aportan biomasa que mejora las condiciones medioambientales. Aumentan la biodiversidad contribuyendo a la fijación de especies animales, insectos, aves, y pequeños mamíferos que cumplen funciones como el control de plagas, polinización, etc.
Los árboles producen materia orgánica en la superficie del suelo al arrojar sus hojas. Sus raíces aumentan la permeabilidad del terreno. Esto resulta en:
Reducción de la corriente del agua de tormentas sobre la superficie del suelo.
Reducción de la erosión del suelo y de la sedimentación en los arroyos.
Aumento de la carga de agua en el terreno la cual es significativamente reducida por la pavimentación.
Menor cantidad de químicos que son transportados a los arroyos.
Reducción de la erosión del terreno causada por el viento.
Sin árboles, las ciudades tendrían que aumentar el sistema de alcantarillas, el drenaje para las aguas de las tormentas y la capacidad de tratamiento de desperdicios, para así poder manejar el aumento de las corrientes de agua.
La reforestación urbana y de la comunidad puede marcar una diferencia en nuestras vidas. Cada uno de nosotros puede hacer una contribución personal. A medida que desarrollamos y aplicamos nuevas tecnologías para vivir mejor, muchas veces los efectos secundarios afectan adversamente nuestro ambiente natural. Por ejemplo, en las áreas urbanas las temperaturas en el verano y los niveles de ruido son más altos que en las áreas rurales circundantes. Los problemas de contaminación del aire son mayores y el paisaje está significativamente alterado, reduciendo los beneficios de salud disponibles para nosotros cuando tenemos acceso a áreas boscosas y áreas verdes abiertas. Los árboles interceptan partículas de materia y absorben contaminantes. Los árboles interceptan partículas de materia y absorben contaminantes gaseosos como el ozono, el dióxido de azufre y el dióxido de nitrógeno, eliminándolos así de la atmósfera. Los árboles emiten también diversos compuestos orgánicos volátiles como el isopreno y los mono terpenos que pueden contribuir a la formación de ozono en las ciudades. mediante la transpiración del agua y las superficies sombreadas, los arboles reducen la temperatura del aire (Nowak, 1995). Debido a que loa arboles reducen la temperatura del aire, dan sombra a los edificios en verano y frenan los edificios invernales, pueden contribuir a reducir el consumo de energía en los edificios y en consecuencia a reducir la emisión de contaminantes de las instalaciones generadoras e energía (McPehrson & Rowntree, 1993; Nowak, 1995).
Las zonas urbanas, son el hábitat natural de “más de la mitad de los pobres del mundo, concentrarán casi todo el crecimiento demográfico de los próximos 25 años, y 9 de cada 10 nacimientos ocurrirán en las ciudades” advierte FAO en su informe. Teniendo en cuenta este escenario, las actividades forestales urbanas pueden contribuir a contrarrestar los problemas ambientales, económicos y para la salud que plantean la acelerada urbanización y la pobreza.
El desarrollo de la silvicultura y la arborización masiva pueden ayudar en gran medida en solucionar muchos de los problemas urbano ambientales de la actualidad en nuestra ciudad.
Los árboles son una parte importante del sistema de vida de la naturaleza y desempeñan un papel fundamental en la sostenibilidad de los núcleos urbanos. La gente se percata cada vez más de que los bosques urbanos mejoran la calidad de la vida en las ciudades de muchas maneras, proporcionando beneficios tanto tangibles (alimentos, ahorro de energía, madera, forraje) como menos tangibles, para satisfacer las necesidades locales. La silvicultura urbana de fines múltiples es especialmente importante para los núcleos urbanos.
Las zonas verdes desempeñan un papel esencial en la biodiversidad urbana. Los humedales suburbanos pueden ser algunos de los ecosistemas naturales más productivos y pueden ofrecer un hábitat importante para la fauna. Mediante redes de zonas verdes se mejorará la conservación de la vida y la biodiversidad; los cinturones verdes y las avenidas verdes (parques lineales) pueden servir como corredores biológicos (UICN, 1994).
Los parques y las zonas verdes dan oportunidades para actividades físicas sanas. Además, los beneficios pasivos para la salud física y mental de un paisaje urbano con árboles se han documentado en los países industrializados (Ulrich, 1984); el disfrute de zonas verdes puede ayudar a la gente a cobrar nuevas energías. Una mejor calidad del aire gracias a la introducción de vegetación repercute sobre la salud, con beneficios patentes como la menor frecuencia de enfermedades respiratorias. Los bosques urbanos pueden contribuir también a la seguridad alimentaria.
Los bosques urbanos pueden ayudar a proteger los sistemas de suministro urbano de agua, tratamiento de aguas residuales y evacuación de aguas pluviales. Casi todas las ciudades de los Países en desarrollo tienen graves problemas de tratamiento de aguas residuales y podrían establecer estanques de estabilización en sistemas de parques y reutilizar las aguas resi-duales para la silvicultura urbana. El reaprovechamiento de las aguas residuales urbanas no sólo recarga los acuíferos sino que reduce además la demanda que pesa sobre unas escasas reservas hídricas. Las mayores posibilidades de reutilización de aguas residuales están en las zonas áridas de los países en desarrollo (Braatz, 1994; Kuchelmeister, 1998). La protección de las zonas suburbanas y rurales de las que las ciudades reciben sus aguas es un tema tradicional de la silvicultura urbana, pero el éxito de estos proyectos depende de su integración en la planificación urbana.
CONCLUSIONES FINALES
Hoy está claro el insustituible papel ecológico del verde urbano, el fomento y la conservación de las áreas verdes y zonas boscosas tiene que ser arma fundamental para el futuro, mas aún cuando sabemos las tendencias de expansión urbana que nos esperan, la tecnología que seguirá evolucionando y la ambición del hombre de explotar los recursos naturales. De esta manera la población de Lima metropolitana tiene que empezar a ser mas flexible con el medio urbano, empezando por las autoridades, sabemos que ya existen pequeños avances en cuanto en algunos distritos de Lima en las cuales las áreas verdes ha crecido y se encuentran dentro de los límites permisibles de la OMS, ¿pero que sucederá con el resto los de menos recursos?, ya sabemos cuáles son los beneficios mas importantes de fomentar y conservar las áreas verdes y zonas boscosas en Lima, creo personalmente que se debe educar con mas intensidad y seriedad en las zonas mas pobres en cuanto al beneficio de tener áreas verdes y zonas boscosas que existen ya, pero que la falta de cuidado, desinterés, ignorancia ambiental las pone en peligro y de esa forma pone en peligro la biodiversidad, el ecosistema y al final pone en peligro su propia existencia.
<>.BALLESTER, 2003).
«Hoy es vital para el hombre reencontrar la
doble amistad perdida del azul del cielo y el
verde del árbol.»
03/01/08
Franz’s Jungbluth
La gran pregunta de siempre ¿Por qué?, se refiere a ¿Por qué es importante?, de manera que generalizando la pregunta en el tema central es ¿Por qué es importante el fomento y la conservación de áreas verdes y zonas boscosas en Lima metropolitana? Un tema que sin duda alguna es una problemática que está ligada directamente a la idiosincrasia de nuestra sociedad, y que abarca múltiples aspectos y fenómenos a analizar.
Si entendiéramos el significado de FOMENTAR y CONSERVAR de hecho Lima sería distinta, más bella, con menos índices de contaminación, más limpia, con mejor calidad de vida e inclusive con otra mentalidad.
Esta realidad solo es parte del problema, existen muchos otros problemas quizá de mayor importancia por solucionar para nuestras autoridades…. pero sinceramente se podría dar un mejor rostro verde a La gran Lima Metropolitana siguiendo una política de fomento y conservación de áreas verdes y zonas boscosas como medio por el cual se pueda reducir la gran contaminación de Lima, de tomar conciencia de la relevancia de las plantas en una ciudad Congestionada en innumerables problemas de diferente índole entre ellas los referidos al medio ambiente, de manera que se pueda preservar y respetar los diferentes ecosistemas urbanos y su biodiversidad generando una relación armónica con la naturaleza que nos invite a la tranquilidad al disfrute de la vida, porque no a cambiar nuestra forma de pensar para nuestra propia toma de decisiones, y porque no a soñar con la paz.
DEFINICION
Se entiende por Áreas verdes a toda superficie de dominio público y privado relacionado con el área urbana y que está destinada a ser ocupada por diferentes formas vegetales que se constituyen como áreas recreacionales, de reserva ambiental y ecológica en los diferentes distritos y para la generación de las influencias benéficas al habitante urbano. Las áreas verdes están protegidas por el artículo 73 de nuestra Constitución Política al ser consideradas inalienables e imprescriptibles.
Zona boscosa es una zona donde se encuentra habitado por una cantidad de árboles (mayoritarios, y no necesariamente tienen una gran altitud) como también por diferentes especies de plantas de menor tamaño. Son considerados los pulmones de nuestra ciudad, aportan el oxigeno puro que se necesita, mitigando dióxido de carbono, brindan tranquilidad, descanso mental y visual, y nos invitan a soñar con la paz.
PROBLEMÁTICA
Una Lima cada vez más contaminada por el parque automotor principalmente, también las industrias y la falta de costumbre ambiental en cuanto al reciclaje y el vertimiento de basuras clandestinas tanto a la propia ciudad como a los ríos, en una Lima con un gran sector inmerso en la pobreza y miseria, que en medio de esta desoladora coyuntura social no existe un área verde que pueda al menos apaciguar la falta de nutrición que se refleja en sus rostros, una Lima cada vez mas depredada por el gran monstro habitacional, que tiene que ver con el crecimiento acelerado y desproporcionado del cemento (construcciones de viviendas y edificios residenciales) donde se ha dejado de lado la importancia del fomento de áreas verdes, una Lima con solo algunas zonas boscosas “Parques” como el Ramón castilla de lince con 908 árboles son unos de los pocos pulmones urbanos en esta parte de Lima, el resto de áreas verdes y zonas boscosas responsablemente cuidadas se encuentran en distritos como San Isidro, La Molina, Miraflores, Surco, Pueblo Libre, san Borja, a comparación de distritos más alejados y pareciera olvidados de Lima como ventanilla, villa el salvador puente piedra el agustino por citar algunos. Una Lima con una carente y preocupante gestión ambiental en fomentar las áreas verdes especialmente en los distritos más olvidados de menores recursos económicos, una Lima con un crecimiento urbano de 2,6% anual (hasta el año 2002) aprox, (DENSIFICACION URBANA), la capital peruana alberga alrededor de un tercio del total de la población nacional. Sus 8.4 millones de habitantes, son producto principalmente de la migración rural y urbana de las últimas décadas, especialmente desde los años 50 del siglo XX.
La capital peruana se encuentra entre las 28 ciudades más pobladas del mundo. Una Lima con pérdidas importantes de suelo agrícola y la constante presión sobre los agroecosistemas y ecosistemas naturales, son conflictos relevantes para la gestión ambiental urbana, dada su interrelación con otros factores ambientales, También existe una alta contaminación del agua por el depósito de residuos sólidos y aguas servidas en los ríos lo cual afecta a la población con diversas enfermedades. Lima, al ser la segunda ciudad más desértica del mundo, según el CONAM, necesita de oportunidades verdes que la ayuden a sobrevivir. En este sentido, el tema del agua es muy importante, pues nuestro volumen de agua es muy reducido y nuestros principales proveedores son los ríos. Si dos de ellos están a punto de colapsar, el de Lurín sería la principal fuente de reserva acuífera que conservaríamos.
Esto es parte de los principales problemas que afectan a nuestra ciudad, y para esto necesitamos realmente de una política más seria de promover y conservar nuestras áreas verdes y zonas boscosas en toda Lima, que ayuden a oxigenar y aliviar nuestro entorno urbano cada vez más contaminado, mas estresado, mas tóxico, con menos capacidad para tomar decisiones correctas.. Bueno sin lugar a duda los beneficios son muchos que muchos no lo saben ..Porqué.
Él Porque
La falta de conciencia ambiental es tal vez el principal problema de fondo de nuestras autoridades y la mayor parte de la población en Lima Metropolitana. El fomento y la conservación de areas verdes y zonas boscosas se ha convertido en una arma fundamental para nuestros tiempos de inmersos cambios climaticos, que repercute en muchas areas donde nos desenvolvemos, evidentemente la respuesta al presente tema esta mas focalizado con concientizar de forma reflexiva a todo ciudadano limeño en general (con mayor importancia aun en zonas de escasos recursos), y a las autoridades municipales y de gobierno la importancia de las plantas en su distrito, asentamiento humano, urbe, etc; que tengan el concepto claro de que a mayor verde en su entorno se puede tomar las cosas desde otro punto de vista, que respetando y apreciando los ecosistemas y la biodiversidad se prolonga la vida, nos armoniza con la naturaleza y hace que despierte el sentido de que es posible una mejor sociedad.
Kaplan & Kaplan (1989) han formulado una teoría sobre la interacción entre la atención del hombre y el entorno circundante. Esto significa que la vida urbana, con vehículos rápidos, señales de neón destellantes y colores fuertes, ocasiona un estrés constante. La investigación indica que la vegetación y la naturaleza refuerzan nuestra atención espontánea, permiten que nuestro sistema sensorial se relaje y nos infunden nuevas energías. Las visitas a las áreas verdes nos relajan y aguzan nuestra concentración porque sólo necesitamos utilizar nuestra atención espontánea. Al propio tiempo, conseguimos aire fresco y luz solar que son importantes para nuestros ritmos diurnos y anuales. Además, Ulrich (1984) demostró que los pacientes hospitalizados se recuperaban más deprisa cuando tenían una perspectiva a través de la ventana que les permitía ver árboles.
Existe ya un pacto para una Lima verde que corresponde a la agenda ambiental para la Lima del sigloXXI, este pronunciamiento del miércoles 24 de Enero del año 2007, tiene entre sus fines:
“Promover una Lima sana y verde, reconociendo los servicios ambientales de sus tres cuencas para dotar de aire y agua limpia y segura a sus ciudadanos e impulsando la protección, conservación y ampliación de las áreas verdes de la ciudad, a través de un sistema metropolitano de áreas verdes que integrará los valles agrícolas, las lomas, los humedales, los parques y jardines, ofreciendo numerosas oportunidades de esparcimiento y desarrollo económico para los ciudadanos y las comunidades alto andinas.”
En el foro del tema “Deterioro de la diversidad biológica y su influencia sobre los peruanos”, el reconocido ecologista Antonio Brack nos dice ciertamente:
“Las plantas prestan grandes servicios en purificar el aire y las aguas. Por medio de la fotosíntesis las plantas producen oxígeno y eliminan el CO2 del aire, fijando el carbono en su biomasa en forma de celulosa y lignina. El aire al pasar por el follaje deposita el polvo y otras partículas en las hojas, y de esta manera se limpia. Este servicio es de gran importancia en las ciudades, donde el aire se contamina por los gases y partículas de los vehículos automotores y por la industria.
Según la organización Mundial de la Salud, debe existir 8m2 cuadrados de áreas verdes por cada habitante, Lima tiene 1,8m2 por habitante. Y sólo el 8 por ciento de la población distribuida en los distritos de San Isidro, San Borja, La Molina y Surco son privilegiados con el mínimo aceptado. Es indudablemente un dato a tomar en cuenta, si queremos mitigar dióxido y cambiar el rostro de Lima. La conservación de estas pocos pulmones de la ciudad tiene que ser eficiente y se debe promover mas intensamente la reforestación de mas áreas verdes y zonas boscosas en todas sus formas, para atraer la biodiversidad y crear ecosistemas que nos anime a superar nuestra calidad de vida y disfrutar de estar en armonía con la naturaleza.
Los gobiernos locales son los entes encargados de proteger, conservar e incrementar las áreas verdes, sin embargo, en nuestro país esto no es considerado tarea primordial.Las áreas vedes y zonas boscosas contribuyen en la asimilación de los contaminantes atmosféricos, facilitan la infiltración de lluvias, atenúan las corrientes de aire, regulan el régimen térmico, brindan abrigo ante diferentes inclemencias, amortiguan los efectos del ruido, mejoran el paisaje, suavizan el impacto visual de las edificaciones masivas. En pocas palabras influyen en la mejora de la calidad de vida de la población.
Es sorprendente comprobar cómo la biodiversidad de las áreas verdes de Lima han ido cambiando radicalmente, no sólo por el crecimiento desmedido de las áreas urbanas sino por la constante contaminación; según González, entre 1860 y 1880, un biólogo inglés reportó a la Real Sociedad de Londres, la presencia del pájaro carpintero. Hoy desaparecido porque los árboles en los que habitaba ya no existen; o el gracioso Fringilo apizarrado que antes inundaba los parques limeños está extinto en la ciudad.
Como una parte creciente de la población vive en zonas urbanas y recibe en ellas su percepción diaria de la naturaleza, es importante la naturaleza de las zonas urbanas para la concienciación ambiental y para su conocimiento.
Los espacios verdes tienen un papel predominante en el diseño de la composición urbanística de las ciudades y garantizan el desarrollo sostenible de las urbes, pues aportan biomasa que mejora las condiciones medioambientales. Aumentan la biodiversidad contribuyendo a la fijación de especies animales, insectos, aves, y pequeños mamíferos que cumplen funciones como el control de plagas, polinización, etc.
Los árboles producen materia orgánica en la superficie del suelo al arrojar sus hojas. Sus raíces aumentan la permeabilidad del terreno. Esto resulta en:
Reducción de la corriente del agua de tormentas sobre la superficie del suelo.
Reducción de la erosión del suelo y de la sedimentación en los arroyos.
Aumento de la carga de agua en el terreno la cual es significativamente reducida por la pavimentación.
Menor cantidad de químicos que son transportados a los arroyos.
Reducción de la erosión del terreno causada por el viento.
Sin árboles, las ciudades tendrían que aumentar el sistema de alcantarillas, el drenaje para las aguas de las tormentas y la capacidad de tratamiento de desperdicios, para así poder manejar el aumento de las corrientes de agua.
La reforestación urbana y de la comunidad puede marcar una diferencia en nuestras vidas. Cada uno de nosotros puede hacer una contribución personal. A medida que desarrollamos y aplicamos nuevas tecnologías para vivir mejor, muchas veces los efectos secundarios afectan adversamente nuestro ambiente natural. Por ejemplo, en las áreas urbanas las temperaturas en el verano y los niveles de ruido son más altos que en las áreas rurales circundantes. Los problemas de contaminación del aire son mayores y el paisaje está significativamente alterado, reduciendo los beneficios de salud disponibles para nosotros cuando tenemos acceso a áreas boscosas y áreas verdes abiertas. Los árboles interceptan partículas de materia y absorben contaminantes. Los árboles interceptan partículas de materia y absorben contaminantes gaseosos como el ozono, el dióxido de azufre y el dióxido de nitrógeno, eliminándolos así de la atmósfera. Los árboles emiten también diversos compuestos orgánicos volátiles como el isopreno y los mono terpenos que pueden contribuir a la formación de ozono en las ciudades. mediante la transpiración del agua y las superficies sombreadas, los arboles reducen la temperatura del aire (Nowak, 1995). Debido a que loa arboles reducen la temperatura del aire, dan sombra a los edificios en verano y frenan los edificios invernales, pueden contribuir a reducir el consumo de energía en los edificios y en consecuencia a reducir la emisión de contaminantes de las instalaciones generadoras e energía (McPehrson & Rowntree, 1993; Nowak, 1995).
Las zonas urbanas, son el hábitat natural de “más de la mitad de los pobres del mundo, concentrarán casi todo el crecimiento demográfico de los próximos 25 años, y 9 de cada 10 nacimientos ocurrirán en las ciudades” advierte FAO en su informe. Teniendo en cuenta este escenario, las actividades forestales urbanas pueden contribuir a contrarrestar los problemas ambientales, económicos y para la salud que plantean la acelerada urbanización y la pobreza.
El desarrollo de la silvicultura y la arborización masiva pueden ayudar en gran medida en solucionar muchos de los problemas urbano ambientales de la actualidad en nuestra ciudad.
Los árboles son una parte importante del sistema de vida de la naturaleza y desempeñan un papel fundamental en la sostenibilidad de los núcleos urbanos. La gente se percata cada vez más de que los bosques urbanos mejoran la calidad de la vida en las ciudades de muchas maneras, proporcionando beneficios tanto tangibles (alimentos, ahorro de energía, madera, forraje) como menos tangibles, para satisfacer las necesidades locales. La silvicultura urbana de fines múltiples es especialmente importante para los núcleos urbanos.
Las zonas verdes desempeñan un papel esencial en la biodiversidad urbana. Los humedales suburbanos pueden ser algunos de los ecosistemas naturales más productivos y pueden ofrecer un hábitat importante para la fauna. Mediante redes de zonas verdes se mejorará la conservación de la vida y la biodiversidad; los cinturones verdes y las avenidas verdes (parques lineales) pueden servir como corredores biológicos (UICN, 1994).
Los parques y las zonas verdes dan oportunidades para actividades físicas sanas. Además, los beneficios pasivos para la salud física y mental de un paisaje urbano con árboles se han documentado en los países industrializados (Ulrich, 1984); el disfrute de zonas verdes puede ayudar a la gente a cobrar nuevas energías. Una mejor calidad del aire gracias a la introducción de vegetación repercute sobre la salud, con beneficios patentes como la menor frecuencia de enfermedades respiratorias. Los bosques urbanos pueden contribuir también a la seguridad alimentaria.
Los bosques urbanos pueden ayudar a proteger los sistemas de suministro urbano de agua, tratamiento de aguas residuales y evacuación de aguas pluviales. Casi todas las ciudades de los Países en desarrollo tienen graves problemas de tratamiento de aguas residuales y podrían establecer estanques de estabilización en sistemas de parques y reutilizar las aguas resi-duales para la silvicultura urbana. El reaprovechamiento de las aguas residuales urbanas no sólo recarga los acuíferos sino que reduce además la demanda que pesa sobre unas escasas reservas hídricas. Las mayores posibilidades de reutilización de aguas residuales están en las zonas áridas de los países en desarrollo (Braatz, 1994; Kuchelmeister, 1998). La protección de las zonas suburbanas y rurales de las que las ciudades reciben sus aguas es un tema tradicional de la silvicultura urbana, pero el éxito de estos proyectos depende de su integración en la planificación urbana.
CONCLUSIONES FINALES
Hoy está claro el insustituible papel ecológico del verde urbano, el fomento y la conservación de las áreas verdes y zonas boscosas tiene que ser arma fundamental para el futuro, mas aún cuando sabemos las tendencias de expansión urbana que nos esperan, la tecnología que seguirá evolucionando y la ambición del hombre de explotar los recursos naturales. De esta manera la población de Lima metropolitana tiene que empezar a ser mas flexible con el medio urbano, empezando por las autoridades, sabemos que ya existen pequeños avances en cuanto en algunos distritos de Lima en las cuales las áreas verdes ha crecido y se encuentran dentro de los límites permisibles de la OMS, ¿pero que sucederá con el resto los de menos recursos?, ya sabemos cuáles son los beneficios mas importantes de fomentar y conservar las áreas verdes y zonas boscosas en Lima, creo personalmente que se debe educar con mas intensidad y seriedad en las zonas mas pobres en cuanto al beneficio de tener áreas verdes y zonas boscosas que existen ya, pero que la falta de cuidado, desinterés, ignorancia ambiental las pone en peligro y de esa forma pone en peligro la biodiversidad, el ecosistema y al final pone en peligro su propia existencia.
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«Hoy es vital para el hombre reencontrar la
doble amistad perdida del azul del cielo y el
verde del árbol.»
03/01/08
Franz’s Jungbluth
1 comentario:
EL PERU SE QUEDA SIN AREAS VERDES!!
HAGAN ALGO POR EL PERU!!
PORFAVOR LIMA EN LOS ULTIMOS ALOS HA PERDIDO EL 8% DE SUS AREAS VERDES POR CULPA DE EMPRESAS CENTROS COMERCIALES TIENDAS.... ETC
POR FAVOR
SALVEMOS LIMA!!!
GRACIAS
DIOS LO BENDIGA!!!!
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