sábado, 5 de enero de 2008

La Naturaleza"----- Practica semanal .."El Bosque Encantado"

Para realizar dicha práctica, podemos utilizar música clásica o adecuada para meditación o relajación.
Nos acomodamos en nuestra cama o en un sillón (preferentemente acostados). Con una actitud psíquica muy positiva.
Cerramos nuestros ojos y nos disponemos a realizar la relajación del día de hoy.
Lo primero que haremos será relajar nuestro cuerpo físico, para ello vamos a imaginar una luz azul celeste muy pero muy brillante, que penetra por la punta de nuestros pies y comienza a ascender por nuestro cuerpo. Vemos como esa energía penetra por nuestros dedos, los relaja, los distiende, sigue subiendo y relaja las pantorrillas, las rodillas y los muslos, relajando y armonizando estas zonas del cuerpo. Sigue ascendiendo esta energía maravillosa y relaja caderas, genitales, glúteos. Sigue subiendo y relaja aparato digestivo, pulmones, el tronco. Siempre combinando a "imaginación con la voluntad", guiando a esta energía muy brillante para relajar nuestro cuerpo. Se interna la luz azul celeste por nuestros pulmones, regula nuestra respiración (podemos hacer respiraciones lentas y profundas), luego relaja nuestro corazón, lo armoniza completamente. Siempre tratando de que la mente no divague, manteniendo la concentración. Visualizamos como penetra nuestra columna y vértebras, inunda nuestros brazos, penetrando en músculos y en cada articulación. Esta luz, relaja y distiende todo nuestro cuerpo. Por último la visualizamos en nuestro rostro, vemos como realiza un trabajo maravilloso, relajando pómulos, labios, nuestros ojos, asciende y distiende nuestra frente. Vemos ahora como penetra en nuestra cabeza y relaja todo esa zona. (Con nuestra imaginación, de esta manera relajamos todo nuestro cuerpo).
Una vez que tengamos el cuerpo físico libre de tensiones, relajaremos nuestra psiquis con suaves respiraciones que nos permitirán entrar en los niveles más profundos de la mente. Ya que el oxigeno es el alimento número uno para la vida de cada una de nuestras células, lo haremos con respiraciones: inhalando por la nariz y exhalando por la boca como soplando, librándonos de todas las tensiones psíquicas. Antes de iniciar el conteo visualizaremos un punto muy brillante. Con cada respiración veremos un número (comenzando en 10 y terminando en 0) a la vez que avanzaremos hacia el punto brillante. Al llegar a dicho punto seremos absorbidos por él.
Ante nosotros se cristaliza un hermoso lugar: "el bosque encantado".
Imaginamos que nos encontramos ante la presencia de este bosque. Nos acercamos paso por paso ha este lugar, tratando de captar las energías de este lugar tan especial, que irradia vida, purifica nuestro aire, y en el cual viven miles de criaturas.
Tratamos de ser muy perceptivos. Ingresamos a este bosque, vemos sus árboles, arbustos, plantas, una vegetación muy abundante. También podemos percibir con nuestros oídos sonidos muy extraños, pero también muy hermosos, son aves que habitan en el bosque, ellas se comunican entre sí a través de mágicos sonidos.
Captamos también ciertos animalitos muy pequeños, que se desplazan por la vegetación, vemos los escarabajos, las hormigas, que transportan el alimento a su hogar. Muy concentrados...
Penetramos cada vez más en el bosque, damos un giro completo, y solo vemos árboles, algunos muy grandes, que tienen cientos de años vida. Tratamos de captar el aroma, muy fresco, suave, nos conectamos cada vez más este mágico lugar.
Seguimos caminando, percibiendo este lugar, disfrutando de este viaje. Llegamos al centro de este bosque. Nos aceramos a un árbol, al más antiguo de todos, su belleza es imponente, es un árbol que sobresale de todo los demás. Muy cerca de él, lo abrazamos, sentimos su corteza ¿es gruesa, fina, áspera, suave? Tocamos sus hojas, vemos sus colores y matices, estamos un rato en contacto con este árbol, el más antiguo de todos. Visualizamos también insectos que habitan en él.
Visualizamos que muy cerca de donde nos encontramos hay río, nos dirigimos hacia halla. Con nuestros oídos escuchamos el río, captamos el roce del agua con las piedras, sentimos anhelos de ir al río. Llegamos a él, nos aceramos. Si lo deseamos, podemos tocar el agua ¿es fría, caliente? Si queremos también podemos mojar nuestros pies, sintiendo como el agua rosa con nuestro cuerpo. Sentimos también una brisa en el rostro, y también unas gotas de agua, que han sido arrastradas por ella.
Luego de disfrutar de este lugar, emprenderemos el regreso. Dejamos el río, nos internamos en el bosque, siempre "muy perceptivos" con todo lo que vemos y escuchamos. Vemos al viejo árbol, y seguimos nuestro camino.
Poco a poco nos acercamos al final de este bosque...
Al salir del bosque, damos media vuelta y lo contemplamos. Agradecemos por esta visita, por esta posibilidad de ingresar a este lugar. Damos otra vuelta, y ante nuestros ojos aparece el punto brillante, para transportarnos nuevamente a casa.
Visualizando el punto brillante, realizamos respiraciones lentas y profundas, en cada respiración hacemos un conteo (del 0 al 10), siempre realizando una profunda respiración por cada número que visualizamos; al llegar al número 10, sentiremos una gran fuerza que nos succiona, hasta que nos absorbemos en el punto brillante.
Al salir de este hermoso paisaje, nos repetiremos mentalmente "Me encuentro en Perfecto Estado de Salud, con Fuerzas, con Energías, con ganas de vivir".
Luego, poco a poco iremos tomando conciencia de nuestro cuerpo físico, y cuando lo creamos conveniente podemos salir de la relajación, realizando suaves movimientos.
Tal como la práctica anterior, es MUY IMPORTANTE tratemos de sentirnos en ese lugar, captar todas las cosas. Esto nos ayudara para prácticas posteriores.
Esta práctica debemos realizarla durante "toda la semana", el tiempo que creamos conveniente.

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